No me digáis que no es una etapa mágica. Cuando despiertan al mundo, cuando dejan de ser bebés, cuando se convierten en niños hechos y derechos y se dan cuenta de los enormes hitos que están consiguiendo. Hay cosas que no podéis dejar de hacer con ellos, no sólo porque a ellos les encantarán sino porque no os podéis perder la experiencia de ver sus descubrimientos en su mirada.
Os damos 30 ideas de cosas que hacer con los peques, todas ellas aptas para el día a día, para cuando tengáis un ratito, sin necesidad de prepara nada especial. Simplemente, para dejaros llevar. Estas son nuestras recomendaciones:
- Pintar, pintar y pintar.
- Hacer un collage. Los movimientos de sus manitas os encandilarán.
- Transplantar una planta.
- Descubrir la lectura.
- Dejarles coger, con ayuda, un bebé recién nacido por primera vez. Le mirarán como si estuvieran a años luz. Y si pensamos en cuántas conexiones neuronales los separan, no es para menos…
- Hacer figuras con plastilina.
- Ilustrar un cuento. Animadlos a contar una historia con sus dibujos.
- Viajar a otro país y descubrir que la gente se comunica en otro idioma. ¡Alucinaréis con sus caras!
- Cocinar con ellos. Nuestro plato favorito: las albóndigas, pero vale cualquiera que implique manipular con las manos.
- Tiraros juntos por un tobogán gigante.
- Hacer papiroflexia. Si sois capaces, yo soy un desastre.
- Crear una bola de nieve con una bolsa de plástico y un poco de poliespán. Con un agujero para introducir una pajita y soplar, la nieve cobra vida.
- Pintar cara a las mandarinas y hacer una obra de teatro con ellas. Ideal para Halloween 😉
- Hacer una búsqueda del tesoro (huevos de chocolate valen, pero ellos esconderán cualquier cosa)
- Preparar su fiesta de cumpleaños: hacer las invitaciones, la decoración… dudaréis de si disfrutaron más con el previo a la fiesta o con la fiesta misma.
- Descubrir una de vuestras series o películas infantiles favoritas y disfrutarlas juntos. Una conexión intergeneracional que durará siempre.
- Dormir con los abuelos, si aún no lo han hecho.
- Aprender a nadar (o intentarlo).
- Jugar a su serie de dibujos favorita. Dejaos llevar y convertios en un perrito de la patrulla canina por un rato, en Cat Noir o en lo que toque… Sin prejuicios.
- Intercambiar pintacaras: hacedles uno a ellos, pero dejaos pintar también. Relax total.
- Montar en bici (y en patinete, en patines, en monopatín… las ruedas siempre tienen un atractivo tremendo).
- Hacer una fiesta de disfraces entre semana.
- Crear vuestra propia marioneta con un calcetín, una esponja o lo que se os ocurra y que hablen a través de ella y con ella. Cuando se meten en el papel, son increíbles.
- Ir a un concierto con música en directo, al menos un ratito. ¡Les fascinarán los instrumentos!
- Jugar a carreras de globos. Poned los globos entre las piernas y salir corriendo sin que se caigan, ni los globos ni los niños 😉
- Empezar un herbario: recoged hojas y buscar de dónde vienen, cómo se llama el árbol…
- Jugar a papás e hijos, con los roles invertidos. Os veréis desde sus ojos y seguro que aprendéis un montón.
- Hacer una casita con mantas, sillas y cojines y jugar hasta caer rendidos.
- Guerra de cosquillas. ¿Quién no ha jugado alguna vez?
- Inventar un monstruo: que sean ellos quienes le pongan ojos, pelo, color…
¡Seguro que se os ocurren muchas, muchas ideas más! ¿Nos las contáis? ¡Esperamos vuestros comentarios!
muybuenas las ideas