El Circo de los Horrores ya está en Madrid con su nuevo y delirante espectáculo Requiem, Sinfonía Final, que supone la despedida de los escenarios de su gran creador, director y protagonista, Suso Silva, tras 20 años subido a las tablas y, por ello, se trata de un show sumamente especial, que se traduce en un recorrido por todas las entregas del Circo de los Horrores y sus personajes más icónicos. Todo ello, con el punto canalla, mezcla entre terror y humor, a que nos tiene acostumbrados; los mejores y más trepidantes números circenses y una puesta en escena, vestuario y caracterización impactantes que envuelven al público hasta hacerlo formar parte activa del show. Os contamos todo sobre este “suicidio escénico de Suso Silva”.
Al entrar a la carpa del Circo de los Horrores y ver todo el atrezo que compone la decoración que precede a la sala del espectáculo, te percatas de lo que va a suceder en el interior: una mezcla de miedo y humor sin filtros, una experiencia única. El espacio previo a la entrada es, al igual que el show Requiem, un recorrido, a modo de photocall, por todos los personajes de Suso Silva a lo largo de su trayectoria en el Circo de los Horrores. El público podrá inmortalizarse dentro del Manicomio de los Horrores, junto al Rey; en la mansión de Lucifer y en el cementerio, en la tumba de Nosferatu.
Y es que, el show comienza desde que entras en la gran carpa blanca. Y no digamos cuando accedes al patio de butacas. El público se desternilla y se pega algún que otro sustito, con los actores del espectáculo que se distribuyen entre los asientos de la carpa para interactuar con la gente, como preludio a lo que vivirá durante todo el show. *Aviso: si sois vergonzosos, os recomendamos que no elijáis los asientos delanteros. Y si sois vergonzosos y calvos, ¡recapacitad antes de entrar! Y es que Suso Silva, desde sus inicios en el Circo de los Horrores, tiene auténtica debilidad por los cráneos más brillantes…
Requiem provoca en los asistentes una mezcla única entre desternille, miedo y quizá un poco de grima en algunos momentos. Pero, como el resto de entregas de Circo de los Horrores, es un imperdible de la cartelera por su frescura, dinamismo, puesta en escena y, sobre todo, por el canallismo de Suso Silva, que no se corta a la hora de soltar cualquier barbaridad, sin importar a quién.
Algo tendrá el Circo de los Horrores cuando lo “bendicen”. Y es que una legión de seguidores (1 millón en redes sociales) no se pierde uno de sus espectáculos, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Requiem aterriza en Madrid, después de girar por 11 ciudades y recibir la ovación de 200.000 personas. Un espectáculo que es un compendio de sus grandes shows y en el que Silva aparece encarnando a sus míticos personajes: el Rey del Manicomio, Lucifer, Nosferatu y, por supuesto el Suso Clown; el Suso Escritor, que da vida a todos ellos y Suso al Desnudo, el personaje más puro, el que cierra esa Sinfonía Final y el más puro de todos ellos. Una despedida tal y como es el mismo Suso en escena: delirante, desternillante y emocionante a partes iguales.
Los personajes que acompañan a Suso en este recorrido son también brillantes. Son sus propias creaciones. Como la muñeca Insomnia, que nos puso los pelos de punta o la gobernanta/cabaretera, que nos hizo llorar de la risa. Todos ellos son grandes de la escena que dejan al público atónito.
Y no menos grandes son los protagonistas de los números circenses. Tan impactantes como la suspensión capilar, las acrobacias y funambulismo, la rueda de la muerte o la llamada “Sonámbula de la Luna”, que nos dejó ojipláticos en un número boca abajo en lo alto de la carpa. También nos llamó muchísimo la atención por su originalidad y plasticidad musical el número de los boleadores que, al compás de golpes en un tablao con unas bolas metálicas, parecía que zapateaban como las grandes figuras del flamenco.
Requiem, Sinfonía Final es un cóctel maravillosamente delirante que no podéis perderos. La despedida de los escenarios del gran Suso Silva, que insufló aire fresco al circo con su mítica declaración de intenciones: “El circo ha muerto, vamos a desenterrarlo”. ¡Vaya si lo ha logrado! Pero no es un adiós porque el Circo de los Horrores continuará su viaje, esperemos que durante muchos años más. De momento, estará en la carpa blanca de IFEMA, hasta el 12 de enero de 2025. Más información y venta de entradas.