¡Ay! ¡Nos encanta anunciaros que Rockade ha abierto un nuevo local en Madrid! Ya nos encantó el de La Latina, pero ahora, el de Malasaña, nos ha alucinado. Conserva toda la esencia de su antecesor -de hecho, sus propietarios, la familia Marchante, cuenta con otro Rockade en la ciudad de Bilbao-, el de la calle del Almendro: sus máquinas Arcade y Pinball, su estética oriental-íntima-cinematográfica-musical, su genial cocina casera. Sin embargo, éste Rockade, tiene un toque un poco más “canalla” ya que, además de tomar algo en familia durante el día y echar una partida, podrás tomarte un cóctel con tus amigos o pareja, por la noche. ¡No se puede pedir más!
Entrar a Rockade Dance&Food de Malasaña es hacer un salto en el tiempo a los años 80. Bajas las escaleras y…¡tachán! ¡40 años atrás! La visión de las máquinas Arcade tiene parte de “culpa” de este viaje al pasado, pero también los carteles cinematográficos y musicales de sus paredes. Aunque, nada más entrar, lo primero que llama la atención no son sus máquinas recreativas, sino sus faroles orientales de colores, marca de la casa Rockade, y uno de sus mayores atractivos estéticos, que aportan un colorido sin par a la zona de la barra. Este lugar, la barra, está dividido en dos zonas: la de cocina en vivo y la zona de las copas y cócteles, con estos faroles tan característicos, donde tomar algo tranquilamente.
Al explorar el local, nos percatamos de la variedad de Arcades y Pinballs y de las zonas de mesas altas para beber algo y las mesas bajas con cómodos sillones para picar y charlar más tranquilamente. También hay un espacio así, en la parte de abajo, un reservado, ideal para celebraciones o para estar más tranquilos en pareja.
La decoración de máquinas Arcade y cartelería en las paredes, contrasta con la calidez de las alfombras orientales que cubren los suelos de Rockade Dance&Food, al igual que sucede en el Rockade de La Latina. En las mesas, los portavelas de color rojo, con las velas, siempre encendidas, aportan un toque romántico e íntimo que, sumado a la comodidad de los sillones y los cojines con tapicerías tan chulas, hace que te sientas como en casa.
Una cosa que me encanta en su amplísima carta de cervezas, 8 tipos de barril y 20 clases de botellines, desde ecológicas, de trigo, morenas, rubias, más suaves o contundentes. Además, los camareros son encantadores y te recomendarán y explicarán, si te surgen dudas. Yo me dejé aconsejar y acerté con mis elecciones cuando estuve este fin de semana. Los cócteles también son pieza clave y cuentan con más de 20 en su carta.
Cuando llegamos a Rockade Dance&Food, estuvimos tomando algo fresco, mientras echábamos una partida al Pinball. Lo pasamos genial reviviendo sentimientos pasados con estas máquinas, que tanto me fascinaban en mi niñez. Luego descubrí mi vicio de pequeña: el Tetris. Y ¡claro! Tuve que echar alguna que otra partida para comprobar que… ¡no he perdido facultades con el joystick! Jajajajja.
Después de picarnos un pelín con las partidas… Optamos por probar la carta. La palabra picoteo no es, para nada, sinónimo de fast food en Rockade. Todo lo contrario. Allí ¡hasta los totopos del guacamole son caseros! Se trata de una cocina que os encantará a vosotros y a vuestros peques porque es tipo hot dog, baos y tortillitas de maíz, así como tapas y Gyozas, todo hecho al momento y ¡delicioso! Nosotros optamos por pedir al centro unos bocaditos de picadillo de jamón ibérico y parmesano y unas Gyozas de pato al limón.
También os recomendamos el guacamole con totopos caseros y el hummus, que ya probamos anteriormente y que nos encantaron. Después pedimos un plato individual. Probamos las súper sincronizadas: tortitas de maíz, de dos pisos, tostadas con mantequilla. Unas las pedimos de cochinita con Cheddar, cebolla pochada y salsa Chipotle y otra de gambas al ajillo, Havarti, huevo duro, jamón york artesano y Ali-Oli. Yo me pedí un Bao de panceta a baja temperatura, cebolla encurtida y salsa de pepinillo. Todo está realmente delicioso y tenéis una amplísima variedad de picoteo para todos los gustos. Rematamos con algo dulce, la Cheesecake y la Copa Rockade, la primera estaba en su punto y se notaba que era totalmente casera y el segundo, un festín de chocolate y nata maravilloso.
El nuevo Rockade Dance&Food está en la calle Marqués de Santa Ana, 11. El teléfono de reservas es el 699 15 94 46. ¡Echa un vistazo a su web https://rockade.es/rockade/