Restaurante Saraiba ha puesto en marcha, solo durante el mes de marzo, la Experiencia Skrei y nosotras estuvimos ayer probándola. Fue nuestra primera vez en probar este sensacional bacalao noruego que es el más apreciado del mundo y no pudimos disfrutarlo más. El Skrei se pesca solo durante esta temporada en el mar del Norte de Noruega, en su migración desde el mar de Barens. Por ello es un producto que se ofrece solo por tiempo limitado. Los 1.000 kilómetros que este pez realiza nadando contracorriente hacen que su carne sea blanca y firme. La diferencia fundamental con el bacalao que consumimos habitualmente, además de su intenso sabor, es su gran tamaño y apertura en lascas al cocinarlo.
En Restaurante Saraiba nosotras quisimos probar las dos maneras en las que, esta temporada, el local ofrece a sus clientes este manjar: confitado, con crujiente de alioli y base de crema de calabaza y hojaldrado, con cebolla caramelizada y crema de piquillos. Y, a decir verdad, no sabríamos recomendar una u otra porque ambas están deliciosas. Así que, si vais a vivir la Experiencia Skrei, os recomendamos que probéis las dos porque no os defraudará ninguna. La primera de ellas, la confitada, es muy suave. En ella pudimos apreciar cómo este bacalao se separaba perfectamente en grandes lascas, al ir a servirlo. El crujiente de alioli no es nada fuerte y aporta un ligero toque de sabor, a la vez que sella el pescado. La crema de calabaza marida a la perfección para acompañar el plato porque es muy suavecita también. El jugo que tiene el bacalao Skrei, aunque no lleve ningún tipo de salsa, es muy peculiar y agradable. En la otra variedad de presentación de Saraiba, el bacalao está en el interior de un bombón de hojaldre y está acompañado por cebolla caramelizada, que le aporta un riquísimo toque dulce y casa a la perfección con el crujiente hojaldre. La salsa de pimiento de piquillo es más contundente que la de calabaza y deliciosa.
Producto de calidad sin adornos
¿No sois de bacalao? No os preocupéis porque la carta de Saraiba está diseñada para que todos la disfruten, independientemente del gusto culinario. La seña de identidad de la casa es un producto de calidad diez, que no necesita exceso de acompañamientos, porque luce por sí mismo, sin adornos. Y esa materia prima de extraordinaria calidad se nota en el paladar.
Nosotras ayer tomamos de entrantes su plato estrella, las zamburiñas. Son geniales, como nunca las había tomado. Con solo un vuelta y vuelta en la plancha, están deliciosas. Sin más. No lo necesitan porque son tan frescas y buenas, que los adornos y salsas, sobran.
Los amantes de las croquetas DEBEN ir a Saraiba a probar las de jamón porque tienen un sabor como pocas. Daniel Ferreiro, propietario de Saraiba nos confiesa el secreto de que sean tan deliciosas. “Nosotros no solo añadimos los trozos de jamón a la bechamel y ya, sino que la infusionamos con el hueso, de ahí que tenga ese sabor tan intenso y rico”, nos cuenta. Las acompañan con unas patatas paja recién hechas y riquísimas.
Tampoco podéis dejar de probar un plato diferente que os fascinará por su sabor tan distinto, su contraste y frescura. Los arenques del Báltico marinados, con una base de trozos de mango y acompañamientos de salsas de eneldo y yogur. Os servirán cada pedazo, sobre unos blinis calentitos y recién hechos. Es un bocado de cielo que tenéis que probar.
Fundamental, la extensísima carta de vinos de Saraiba. Nosotras nos decantamos por un Albariño que nos recomendaron, Pionero Mundi. suave, afrutado y delicioso, pero podréis elegir vinos de toda la geografía.
Otra recomendación que os queremos hacer cuando vayáis a Saraiba es que os dejéis un huequito para el postre. Ya sabemos que es complicado entre tantos manjares de la carta, pero merece la pena que los probéis. Nosotras ayer probamos las filloas y unas flores de hojaldre y manzana, ambos platos deliciosos. Las filloas, ya sabéis, son como pegar un mordisco repostero a la mismísima Galicia. Y las flores de manzana… ¡jamás había probado nada igual! Ligeras y deliciosas. Pura manzana hecha postre y arte porque el diseño del plato es inmejorable.
Por nuestro lado vimos pasar una tarta de Santiago, con una pinta inmejorable y también tenéis postres a base de chocolate, como los brownies o las bombas de choco, que os harán gemir de placer.
Un local precioso en pleno barrio de Salamanca
Saraiba está ubicado en la calle Antonio Acuña, 7, a la vuelta del Teatro Nuevo Alcalá. Vamos, que su ubicación es inmejorable. Al lado del restaurante, tenéis el bar, donde nosotros empezamos abriendo boca con una Estrella Galicia y una buena tapa, que las tienen también deliciosas.
Justo en la puerta contigua, con entrada independiente de la del bar, se encuentra el Saraiba Restaurante, un local decorado con elegantes tonos neutros, sillas tapizadas, una agradable iluminación y mesas muy bien vestidas. Una gran imagen en una pared de la catedral de Santiago, aporta el toque más gallego al lugar. La vajilla artesana y la preciosa música de ambiente, rematan una experiencia genial. Además, tanto el bar como el restaurante, cuentan con una amplia y agradable terraza en la puerta.