Hace tiempo veía a una madre que llevaba a su hija al colegio montadas las dos en un mismo patinete eléctrico. Una práctica que a mí me parecía todo un espectáculo porque no es fácil conducir esos aparatos por calles especialmente transitadas como eran las que recorrían ellas, y mucho menos cuando llevas carga extra. La niña, sin duda, se lo pasaba en grande y no hubiera cambiado este medio de transporte por nada porque además de rápido, cómodo y ecológico, era de lo más divertido. Siempre llegaba con una sonrisa dibujada en la cara. Apurada de tiempo, pero sonriendo. Sin embargo, hay otra práctica aún más sana, aunque quizá no todos los días a los niños les parezca tan divertida: caminar al cole. Si además os digo que solo con esto los niños estarán caminando un 65% de lo que necesitan al día para ganar en salud… ¿os interesa el tema? Seguid leyendo porque os cuento más sobre este proyecto Caminando al cole, avalado por la Asociación Española de Pediatría:
