No entiendo las redes. Parecen vivir una realidad paralela… Cuando en la Comunidad de Madrid decidieron suspender las clases, el clamor generalizado en redes fue un «y qué vamos hacer 15 días con los niños en casa… habrá que buscar parques que visitar». A ver, señores y señoras, no es ese el fin de la suspensión de clases. El fin es quedarse en casita. Por suerte, en la puerta del cole no es lo que se oía. Los padres se preocupaban más por cómo organizarse si ellos tenían que ir a trabajar, por el retraso evidente que causará en el aprendizaje de sus hijos, por la pérdida de rutina y lo que costará volver a la normalidad… Hablé con padres angustiados porque el único plan B que tenían era dejar a sus niños con los abuelos, en el sector de riesgo evidente de este coronavirus que nos ha puesto a todos patas arriba. Las preocupaciones iban mucho más allá del manido «se van a subir por las paredes». Continue reading