Tengo que confesaros que desde Navidad soy una persona nueva decidida a dedicarse un tiempo a sí misma. Después de años sin concederme nada, y digo nada, de tiempo para mí misma, es todo un cambio. De momento no es nada ambicioso, una hora al mes para empezar… ¡pero aumentando! Poco a poco voy ampliando ese tiempo que me dedico con pequeñas cosas que me hacen ilusión y confieso que vivo mucho más feliz.