Hay espectáculos que nunca defraudan. Es el caso de los de Cirque du Soleil. Son los grandes maestros en los que se inspiran todas las compañías para crear sus shows circenses. Fueron los primeros en mimar al circo, en encumbrarlo a la categoría de arte con mayúsculas, aportando plasticidad y pura poesía a sus números. De ahí que sea complicadísimo describir con palabras los espectáculos de estos grandes de la escena. Hay que vivirlos para entender lo que son. Lo que hacen sentir al espectador. Esta semana asistimos al estreno de Luzia, lo nuevo de Cirque du Soleil y salimos, como siempre, con una sonrisa de oreja a oreja.