Esta semana mi hija Ana celebra su primer año. Su llegada hace doce meses nos obligó a papá, mamá y hermanita a reestructurar nuestro día a día. Según mi marido, ella aterrizaba en un hogar ya hecho y tendría que adaptarse a nosotros, pero lo cierto es que no fue así. Todos hemos tenido que hacer un esfuerzo para volver a formar una única unidad, y en todo este proceso, quien más has sufrido, sin duda, ha sido Elena. Continue reading