Desde las primeras civilizaciones, el ser humano ha contaminado su entorno con todo tipo de residuos. Con la revolución industrial y la posterior industrialización del siglo XX nuestro planeta y su naturaleza han caído en un estado crítico. Islas de basura, smog sobre las ciudades, calentamiento global y mucho, mucho más. Al envenenar la naturaleza, estamos colocando una bomba debajo de nosotros mismos que explotará tarde o temprano, y tanto nosotros como nuestros descendientes sufriremos. Sin embargo, no todo es tan deprimente. Continue reading