Llevo con este post en «borradores» desde hace muchos meses. Me parecía demasiado personal para publicarlo, la verdad y lo escribí en un vómito de sinceridad con mucha rabia dentro… con esa sensación de no llegar a todo y de estar haciendo todo mal (¿os ha pasado?) refleja una realidad que vivo a veces. No siempre, no todos los días, pero sí temporadas y muchos, muchos momentos puntuales.
Hoy, a las puertas del Día de la Mujer, quiero compartirlo porque no quiero que las niñas del futuro se sientan así. No quiero que sueñen con poder llegar adonde quieran y luego darse cuenta de que no es posible, de que la vida les frena y la sociedad, además, les pone la zancadilla. No quiero que mi hija se sienta decepcionada consigo misma con la dureza con la que nosotras lo sentimos. Os comparto un día de una emprendedora por obligación al principio, por devoción poco después. Es un día mío, pero podría ser el de cualquiera. Creedme, hablo con muchas cada día. Continue reading