Todos estamos de acuerdo en que vivimos en una sociedad de consumo. Si antes consumíamos productos por pura necesidad ahora se inventan necesidades para consumir ciertos productos. La clave no está en si se necesita tal o cual producto sino que consumir en sí mismo se ha convertido en una exigencia social. Nuevos productos con formas, colores, prestaciones innovadoras y nuevas actualizaciones nos bombardean diariamente para ser comprados, vendiéndose como necesidades incuestionables (¿cómo has podido vivir sin él?). Continue reading