Escribo este post un tanto indignada. Bueno, no indignada, pero un poco hastiada, hartita de leer máximas: que si el pecho, que si el biberón, que si trozos, que si purés… qué manía de poner estas máximas como titular de los artículos, para que todos tengamos que plantearnos, sí o sí, cómo estamos haciendo las cosas. Cómo si no nos lo planteáramos suficientemente antes de hacerlas. Continue reading