Móviles, tabletas, Internet, uso de redes sociales… nuestra vida es cada vez más dependiente de las nuevas tecnologías. ¿Alguna vez nos hemos parado a observar cuanto tiempo pasamos cada día utilizándolas? ¿Somos capaces de hacer un uso racional de ellas? A la hora de educar a los hijos en algo tan importante y omnipresente como las nuevas tecnologías, debemos tener en cuenta que ellos aprenden de lo que nosotros hacemos. Es difícil pedir a un adolescente que regule su uso del móvil cuando a nosotros nos resulta muy difícil despegamos de él: la educación empieza con el ejemplo.