Si estáis buscando un musical familiar perfecto, que fascine por igual a adultos y a niños, School of Rock ha llegado a Madrid para quedarse, tras cuatro años de exitazo en Broadway y en Londres, así como en otras ciudades del mundo. Es una pasada este montaje, en el que los protagonistas son tan pequeños en tamaño, como grandes en talento. Los niños tocan, bailan y cantan en directo ¡y cómo lo hacen! ¡Nos quedamos atónitos ante tanta calidad artística e interpretativa! Y esto es algo que a los peques les atrapa, el que los protagonistas sean niños, como ellos. Todo esto sumado al resto del maravilloso elenco, unos temas, de Andrew Lloyd Webber y Glenn Slater que brillan con luz propia y una escenografía dinámica e impresionante hacen que ya se pueda afirmar que School of Rock ¡toma ya el poder de la cartelera madrileña!, como reza su tema central.