Hacía mucho, mucho tiempo que tenía «fichado» este lugar y por fin, hace un par de semanas… ¡lo descubrí en persona! No os puedo decir nada más que cosas buenas así que atentos porque este restaurante para salir con niños es PER-FEC-TO.
Y no, no es un post contratado. Os lo cuento porque me sale del alma, sobre todo después de que hace un tiempo me llamaran para «presentarme» el lugar y conocer a los dueños. «Así podemos hacer cosas juntos porque veo que también desde Mamá tiene un Plan organizáis actividades», me comentaba Sergio, uno de sus propietarios. No se equivocaba: su zona de juego de más de 1000m2 es ideal para cualquier tipo de evento infantil. De hecho uno de los días que me acerqué sin previo aviso tenían un evento de empresa con disfraces y muchos niños jugando por todas partes.
Os cuento datos prácticos: en total son más de 2000m2 distribuidos entre restaurante, enorme zona de juegos para niños de 4 a 12 y otra zona más reducida para niños de 1 a 4 años. Por sus dimensiones ya estaréis imaginando que no es un parque de bolas. Tiene zona de bolas, sí, pero también tiene toboganes gigantes, campo de fútbol, camas elásticas, varias salas para talleres, un miniescenario y hasta una pasarela de modelos; «nos lo piden mucho para cumpleaños», comenta Estela, una de sus propietarios. Y organizan campamentos en todas las vacaciones escolares, incluso en verano por lo que han instalado en la zona exterior, junto a la «zona chill-out» una mini piscina. No le falta detalle.
Tan grandísimo como lo veis quizá no os parezca que se trata de una empresa familiar. Estela y Sergio, matrimonio, hartos de buscar lugares a los que ir con su hija y asegurar un buen rato para los tres, se lanzaron a la aventura hace dos años, buscaron dos naves en Móstoles que se pudieran unir y crearon un universo a su medida. A su medida y a la nuestra, a la de muchos padres y desde luego a la medida de nuestros hijos. De ahí el nombre, sin duda: Mi mundo-Family Place.
No es un lugar para comer y «quitarse a los niños de encima», como pensaréis algunos. Es un restaurante para comer tranquilos, comer bien (porque además la comida está buenísima! Muy recomendable la hamburguesa Mi mundo) y disfrutar de la sobremesa. Los niños se irán… de eso no hay duda, porque la tentación es demasiado fuerte incluso para los adultos. Por suerte también organizan un día de juegos en familia el primer domingo de cada mes que descansa en Navidad, pero que será nuestro próximo objetivo.
Con el menú infantil tenéis incluidas en el precio cuatro horas de juego y pintaras o tatuajes así que os aseguro que el día no sale nada caro. Y digo el día porque no os apetecerá salir de allí. El menú infantil ronda los 11,90€ y hay varias opciones típicas que serán acierto seguro: hamburguesa, nuggets, filetes de pollo. Este último fue nuestra elección: filetes enormes empanados y muy ricos; yo acabé con el de mis hijos y me gustó más que la ensalada de queso de cabra que, por otro lado, también estaba muy bien! La hamburguesa infantil os sorprenderá… ¡con esponjoso pan rojo que los niños devoraron!
Como veis, después de conocer a estos dos súper emprendedores, no pude perderme el restaurante en movimiento y mucho menos privar a mi familia de una quedada allí así que me puse manos a la obra.
Un domingo cualquiera, quedé con un grupo de amigos. 3 familias. Era una quedada muy especial porque hace solo unos meses quedábamos 6 adultos y 5 niños. Desde agosto ya no podemos quedar todos. Nos falta una de las mamás. Ha sido uno de esos golpes de la vida que te deja tambaleándote y sin saber cómo recuperar la orientación. Curiosamente ella siempre decía que le encantaría encontrar un sitio así donde su peque corriera y nosotras pudiéramos charlar tranquilamente.
No nos habíamos visto juntos desde mucho antes de agosto y, como os digo, la comida era especial. Los niños se verían después de meses y nosotros teníamos mucho que contarnos. El lugar en el que reencontrarnos tenía que ser también especial, tenía que asegurar un buen rato a los niños y darnos espacio y calma a los mayores. No pudimos elegir mejor.
Los niños se lo pasaron genial y los padres disfrutamos de una cerveza previa a la comida en la zona de sofás, una comida estupenda, un servicio atento y un ambiente relajado para la sobremesa. Aún con todo fue un encuentro duro, lleno de emociones, pero Mi mundo-Family Place solo ayudó a que fuera más fácil por eso para mí ya no es solo un restaurante.
Si miráis a vuestro alrededor durante la sobremesa, veréis que no hay prisa. Nadie os presiona. Es un sitio que busca convertirse en familiar, que prioriza que estéis cómodos. Un lugar con espíritu y con mucho encanto. Podrían reducir la zona de juego y poner más mesas, sería más rentable. Pero no es lo que buscan. Buscan que estemos cómodos y nos quedemos. Buscan hacerse un hueco en nuestro corazón y desde luego conmigo lo han conseguido: se ha convertido, también para mí, en Mi Family Place.
Y en casa tengo a dos pequeños preguntándome cuándo volvemos así que no nos haremos de rogar demasiado.
Gracias a Sergio y Estela por montar un negocio tan bonito y por dirigirlo con tanto mimo. ¡Nos declaramos muy fans!
¡Que maravilla! Diversión asegurada para los niños. Un sitio fantástico y que cuida hasta el más mínimo detalle.