No te lo creerás, pero la mayor parte de los padres que se enteran de que sus hijos son quienes hacen bullying a otros niños suelen enterarse por el propio centro escolar. Pocas son las alarmas que saltan previamente. Quizá algún conflicto esporádico que os puedan haber contado los niños, pero poco más. Realmente, no es tan difícil que un niño que acosa a otro en el colegio sea, en realidad, un niño «cualquiera». Simplemente es un niño que no sabe canalizar sus sentimientos correctamente. ¿No es la infancia el periodo en el que se aprende a hacer esto? ¿O debería serlo? Aunque las cosas se nos hayan ido de las manos, no hay que desesperar. Os contamos qué hacer si son vuestros hijos los que están acosando a algún compañero.
Hoy, que se celebra el Día Mundial contra el Bullying queremos poner la luz en el acosador y no el en acosado. Realmente no habría ningún problema si no hubiera acosadores, ¿no os parece?
Tengo que contaros que hace unos meses mi hija sufrió un episodio que no puedo catalogar como acoso porque no había un factor de continuidad, pero sí fue un episodio violento, inquietante y muy desagradable que le dejó bastante tocada durante mucho tiempo. Un niño de su clase, amigo suyo, arremetió contra ella de forma realmente violenta verbalmente y su manera de encajar esta situación fue, únicamente, el quedarse paralizada. No sabía qué hacer. El niño la amenazaba con «arrancarle la cabeza» y ella solo podía llorar. «Mamá, yo estaba temblando», me decía ella. Con la ayuda de sus compañeros, su «amigo» se calmó, a ella la ayudaron a superar el susto y todo quedó en una anécdota desagradable.
¿Qué es lo que hizo que ese niño disparara semejantes amenazas contra ella? Aún no lo tengo claro. Lo único que sé es que el chiquillo llevaba una mala mañana. Había recibido varias broncas de la profe, varios negativos y un suspenso en un examen y estaba especialmente nervioso. Cuando mi hija decidió que no quería jugar a lo que el proponía, arremetió contra ella de esta forma. Puede que haya más cosas detrás de su comportamiento, no lo sé. Esta es la información que pude sacar.
Así pues, visto lo visto, me quedó muy claro que a veces no es que un niño sea un acosador que se levante por la mañana con la intención de arruinar el día a su víctima, sino que son niños que tienen problemas para gestionar frustraciones y emociones negativas.
Obviamente hablé con la madre y su reacción fue de libro: incredulidad al principio, enfado después… estoy segura de que el niño se llevó una bronca de espanto por parte de sus padres, pero sobre todo sé que ahondaron más en sus emociones en lo que le había sucedido y la reacción del niño en días sucesivos y sus reiteradas disculpas a mi hija me hacen ver que efectivamente la cosa se gestionó bastante bien en el entorno familiar. Una suerte dar con padres así.
Cómo afrontar el hecho de que tu hij@ sea un acosador
Desde Brains Internacional School nos dan algunas pistas para afrontar esta compleja situación.
- Como os digo la primera llamada de atención suele hacerla El Centro educativo o los padres del otro alumno. Lo más difícil, desde mi punto de vista, es aceptar lo que ha sucedido. Si tu hijo no te ha contado nada, es probable que recibas la noticia con cierta incredulidad. En el caos de los padres con los que yo hablé. su pregunta fue: ¿qué ha pasado para que él se ponga así?, pero bien podrían haber preguntado ¿qué ha hecho tu hija para que mi hijo se ponga así?. No hubiera sido muy acertado, pero reconozco que yo habría procesado la información de una forma parecida así que no puedo culparles.
- Los niños acosadores saben que no están actuando correctamente así que, para evitar la regañina, es común que nieguen todo. Los padres, obviamente, minimizarán los hechos puesto que tendemos a creer a nuestros hijos. Sin embargo… pensadlo bien. No se toman medidas importantes (llamar a casa, etc) si en el colegio no están seguros de lo que está pasando. Tomad un momento para reflexionar y pensad que la mejor forma de ayudar a vuestro hijo o a vuestra hija es buscar el origen del problema, comprender lo que pasa y no negarlo. Es importante que sepan lo graves e injustas que son sus acciones.
- Pedir perdón y resarcir los daños causados: Los niños «acosadores» deben entender que es básico que pidan disculpas por el daño ocasionado y que se propongan no volver a repetirlo jamás.
- Pero nada de esto tendría sentido si no buscáramos el origen del problema. Actuar rápidamente frente al acosado es fundamental, pero está claro que hay algo que hace que nuestro hijo reaccione de esta forma con su compañero. ¿Es posible que haya sido víctima o lo sea actualmente? ¿Tiene algún problema en clase? ¿Hay alguna situación extrema y complicada que le pueda hacer sentir enfadado o especialmente inquieto? No descartéis recurrir a un psicólogo especialista para dar con el problema. No podremos ayudarle sin solucionarlo.
- No perdáis el control de la situación porque podría repetirse. Es importante que estrechéis lazos con la familia del niño acosado y con la de otros compañeros para que os ayuden a hacer un seguimiento más fiable del comportamiento de vuestro hijo. Obviamente, la relación con los miembros del equipo educativo es fundamental.
Y sobre todo, mantened la calma y mucho ánimo. Nadie estigmatiza a nadie, todos son niños y gestionan sus emociones de la mejor manera posible. No estamos enseñados para educarles en esto así que no os auto-castiguéis por lo sucedido. Dadlo importancia y actuad. Es la mejor forma de terminar con ello cuanto antes.
Un día, volviendo en tren del trabajo a casa, A-LU-CI-NÉ. Enfrente de mi iban sentadas uan madre y sus dos hijas pequeñas. Sin alterarse la madre, con un tono serie, sosegado y reflexivo le explicaba a la más pequeña, de unos 7 años, lo grabe que es ser quien se convierte en acosador de un o una compañera en clase. Me alucinó cómo ella trataba de encontrar el origen en lo que hacía su hija preguntándole y haciendo que ella pensará en los hecho y fuera consciente. Me pareció una inspiración. Un ejemplo muy correcto de cómo una madre puede enfrentarse a que su hija de 7 años se quien hace ese daño a otro niño.
Tengo tres hijos y es un tema que preocupa.
Cuando mis hijos regresan del cole tenemos como rutina dedicarles un tiempo a cada uno individualmente para comentar el día. En la cena que nos juntamos todos hablamos de su día o cualquier tema y el tema del bullying por desgracia sale con mas frecuencia en nuestras charlas. El artículo me ha encantado
me alegra mucho que te haya gustado 🙂 ojalá sea útil! un abrazo