Benicassim es un municipio junto al mar, a muy pocos kilómetros de Castellón de la Plana, que tiene un clima suave, herencia histórica, bellos paisajes naturales y mucha experiencia en ser anfitriona de pequeños planes y grandes eventos.
Las playas de Benicasim están llenas de vida y desde ellas se pueden divisar torreones antiguos y bonitas residencias de principios del s. XX, como en la Playa de Voramar. Además, están preparadas para ofrecer una experiencia cómoda a una amplia diversidad de viajeros como las playas accesibles de Heliópolis y la de la Almadrava.
Pero, qué podemos ver en Benicasim. Una vez en la localidad, hay que dar un paseo por la Ruta de las Villas, donde a través de un itinerario marcado con placas informativas averiguaremos qué personajes relevantes han pasado por allí a lo largo de los años para divertirse en lujosas fiestas. Benicasim pueblo mantiene su encanto, y pasear por sus calles siempre será una gran opción.
Y a unos kilómetros del casco urbano encontramos el Castillo de Montornés, una torre que formaba parte de un sistema defensivo del S. X y que los árabes construyeron sobre restos romanos preexistentes. Este castillo se encuentra en un enclave cuya visita también hay que realizar, el Parque Natural del Desert de les Palmes. Benicasim comparte esta joya natural e histórica con otros municipios del entorno, que transcurre en paralelo a la costa formando una serranía. Se trata del lugar perfecto para escoger entre las muchas rutas que existen, tanto para andar como para pedalear. Muchas de estas rutas de senderismo nos llevan hasta la puerta de un precioso edificio histórico, el Museo e iglesia de los Padres Carmelitas. Aquí, además de admirarnos ante el grandioso retablo cerámico del siglo XVIII realizado en Alcora y otras piezas de importante valor artístico, podremos conocer cómo los antiguos frailes destilaban el típico licor carmelitano.
La Vía Verde del Mar es otra gran opción para senderistas y ciclistas. Se trata de una antigua línea ferroviaria que unía los dos municipios y que durante unos 6 km junto al mar te permite disfrutar de un gran valor paisajístico, no solo por la sucesión de calas, playas y acantilados, sino también por la abundancia de vestigios históricos: un puente metálico, torres vigía que se suceden y mucho más.
Comer en Benicasim es otra experiencia a sumar a la lista de atractivos de esta localidad, ya que sus arroces y pescados te reconfortarán por dentro. Si la visitas en época de frío te encantará recuperar el calor con un plato de olla o de sepia estofada.
Y no se puede no mencionar algo que ha puesto a Benicasim en la agenda internacional desde hace muchos años: sus multitudinarios festivales de música. Benicasim ha sido el escenario escogido por bandas de calidad indiscutible de todas partes del mundo para celebrar conciertos inolvidables en el marco de sus distintos festivales. Se han creado carteles que ofrecían una variedad de géneros musicales envidiables y que podían medirse de tú a tú con festivales míticos de otras ciudades en el extranjero.
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