Imagina un lugar donde los niños aprenden inglés a través de cuentos, exploran el mundo con juegos sensoriales y desarrollan su creatividad mientras cantan. Así es la vida en la escuela infantil en Valencia del British School of Valencia (BSV), un espacio donde la educación se convierte en una aventura diaria. En él, los más pequeños no solo adquieren conocimientos, sino que lo hacen en un entorno seguro, feliz y lleno de estímulos.
Desde los 2 hasta los 5 años, los niños viven una experiencia educativa única, basada en el juego, la curiosidad y el bilingüismo. Cada día está diseñado para que descubran el mundo que les rodea, desarrollen su autonomía y, sobre todo, se diviertan aprendiendo. Pero, ¿cómo es realmente un día en esta escuela? ¿Qué hacen los niños desde que llegan hasta que se van?
Si estás buscando un lugar donde tu hijo crezca feliz, aprenda sin presión y se prepare para el futuro, este artículo te mostrará cómo el BSV logra que cada día sea especial. Porque educar no es solo enseñar, sino inspirar.
En Pre-Nursery, los niños de 2 a 3 años dan sus primeros pasos en el colegio. Su jornada comienza con actividades diseñadas para fomentar su independencia, el lenguaje y las habilidades físicas. Todo ello en un ambiente 100% en inglés, donde los profesores utilizan cuentos, canciones y juegos sensoriales para enseñar.
De este modo, los pequeños exploran el mundo a través de experiencias táctiles y visuales. Por ejemplo, pueden jugar con arena, agua o materiales de diferentes texturas, lo que les ayuda a desarrollar su curiosidad y coordinación. Además, al estar en grupos reducidos, cada niño recibe la atención personalizada que necesita.
Los profesores, todos nativos en inglés, acompañan a los niños en este proceso, asegurándose de que se sientan seguros y motivados. Como dice una familia del colegio: «Lo más importante es que nuestro hijo entra feliz todas las mañanas«. Y es que, en esta etapa, el bienestar emocional es tan importante como el aprendizaje.
A partir de los 3 años (Nursery) y los 4 años (Reception), los niños empiezan a prepararse para la transición a la Educación Primaria. Sin embargo, el aprendizaje sigue siendo lúdico y práctico. Para ello, las jornadas se estructuran en torno a siete áreas clave: comunicación, lenguaje, desarrollo físico, matemáticas, comprensión del mundo, expresión artística y desarrollo personal.
En Nursery, los niños siguen aprendiendo a través del juego, pero con un enfoque más estructurado, pudiendo participar en actividades de lecto-escritura mediante cuentos interactivos o juegos de letras. Para que los niños estén lo mejor posible en estas instalaciones, las aulas están diseñadas para fomentar la autonomía, los lavabos integrados y el mobiliario adaptado a su tamaño. Además, el patio de recreo independiente, con columpios y juegos, les da espacio para correr, saltar y socializar con sus compañeros.
En concreto, estas zonas exteriores cuentan con columpios, jardines sensoriales y espacios abiertos para asegurar que la exploración física es parte del aprendizaje. En este entorno, los niños desarrollan habilidades motrices y conocen la importancia de la naturaleza y la convivencia. Un diseño integral de las instalaciones que refleja el compromiso de la escuela con el desarrollo holístico del niño.
Una oferta de instalaciones y servicios que en el BSV, no tendría sentido sin los profesores. Estos están considerados como guías que acompañan a los niños en su desarrollo y trabajan dándoles una atención completamente individualizada.. Su objetivo es crear un ambiente donde los niños se sientan seguros, escuchados y motivados.
Miss Amanda, coordinadora de Infantil, lo explica así: «Trabajar en Early Years es uno de los trabajos más gratificantes. Nos aseguramos de que los niños desarrollen su curiosidad y pensamiento crítico a través del juego activo«. Esto se traduce en actividades donde los pequeños exploran, preguntan y descubren, siempre con el apoyo de sus profesores.
Además, el colegio cuenta con especialistas en música y educación física, lo que enriquece la experiencia de los niños. Las canciones, los instrumentos y los juegos motrices son parte fundamental de su día a día, ayudándoles a desarrollar habilidades sociales, emocionales y físicas.
Otro aspecto que valoran los padres que matriculan a sus hijos en este centro es la comunicación fluida con los profesores. Reciben informes periódicos sobre el progreso de sus hijos y pueden participar en reuniones o talleres, lo que les da tranquilidad y confianza en el proceso educativo.
Además, el bilingüismo es un punto clave. Las familias aprecian que sus hijos aprendan inglés de forma natural, sin presión, y que adquieran habilidades que les serán útiles en el futuro. Como dice otro padre: «Pese a su corta edad, estamos muy contentos con la enseñanza que está recibiendo».
Así, el British School of Valencia demuestra que la educación infantil puede ser divertida, estimulante y de calidad. En este centro, los niños aprenden a través del juego, exploran el mundo con curiosidad y desarrollan habilidades que les servirán para toda la vida. ¿A qué estás esperando para que tu hijo disfrute de esta oportunidad?