Situada en la provincia de Ávila la localidad de Pedro Bernardo se encuentra enclavado en el Valle del Tiétar, en la vertiente meridional de la Sierra de la Abantera, en las estribaciones del Macizo Oriental de Gredos y, por ello, se conoce popularmente por el nombre de El Balcón del Tiétar, rodeado de patrimonio monumental y natural. Se encuentra en una ladera, entre bosques de pinos y bancales, ofreciendo un conjunto urbano escalonado en el que destaca la arquitectura tradicional de sus calles, con casas tanto de piedra como de entramado, perfectamente conservadas y generalmente orientadas al mediodía.
El pueblo surgió en la Edad Media con el nombre de Nava de la Solana y después, desde finales del siglo XIV, ya con el nombre de Pedro Bernardo, hasta el siglo XVII, en que adquirió su propia carta de villazgo, estuvo subordinado a la jurisdicción de la villa de Mombeltrán. A partir de entonces y hasta el siglo XIX, al igual que ocurriera con otros pueblos de la comarca, siguió ligado al señorío de la Casa de Alburquerque.
Pueblo industrioso, en otro tiempo famoso por sus paños, en el siglo XIX había cinco molinos harineros, cuatro de aceite, una tahona, fábrica de paños comunes, tres buenos batanes, tintes de todos colores, telares de lienzos y fábrica de cucharas y husos. Aún se pueden contemplar restos de algunos de los molinos que fueron utilizados durante algún tiempo como batanes.
Un busto erigido a la entrada del pueblo, en un bello jardín que ofrece una espléndida panorámica del valle del Tiétar, recuerda que Pedro Bernardo tiene el honor de haber sido el lugar de nacimiento del eminente científico Arturo Duperier, físico e investigador de los rayos cósmicos.
El casco antiguo es, sin duda, su mejor muestra de arquitectura popular de la comarca (barrio de los Adobes y las Casillas), disfrutar de la contemplación de las tradicionales casas de Pedro Bernardo, admirando el sabor rural de su municipio, contemplar los portales, pasadizos, fuentes, balconadas y callejas estrechas. Entre los monumentos más destacados se encuentran el edificio del antiguo Ayuntamiento, año de 1559. La Iglesia se muestra en la parte alta del pueblo abrazada por el caserío, sobresaliendo en el paisaje urbano, de los siglos XVII y XVIII, de estilo renacentista con retablo barroco y losas de piedra dedicada a San Pedro Advíncula. El Rollo, columna de piedra, signo de jurisdicción e independencia que en muchos casos servía de picota o lugar de ajusticiamientos en años pretéritos.
Un planazo perfecto en verano con niños en Pedro Bernardo es disfrutar de su preciosa piscina natural.